Finalizó la Semana Mayor, terminó lo que estaba esperando todo el año y comienza la cuenta atrás para la siguiente.
Se agolpan los recuerdos en la mente de este “papón charro”, que aunque cofrade salmantino aún le queda el orgullo de decir que es ¡papón cazurro con aire de modorro! , pues es cazurro de nacimiento y modorro de sentimiento. Recuerdos tristes en su mayor parte, tristes por tener que ver como se suspenden procesiones por culpa de las inclemencias meteorológicas, tristes por tener que despedirme de hacer lo que más me gusta de la Semana Santa, que no es otra que cargar con las imagenes de mi Cofradía o pujar con el paso de mis amores, de mi “familia”, y sobre todo tristes por ver como “mi familia” va perdiendo algunos miembros.
Creeme Cesáreo cuando te digo que se te ha hechado de menos, que este año “tu familia” no ha estado a la altura que tu siempre mantuviste, que el brazo que dejaste fue cubierto por otro hermano, pero se echaba en falta tus risas y tus ánimos, tus chistes, tu forma de amenizar la sufrida puja por las calles leonesas de nuestro Prendimiento, pero creeme también que has estado en la mente de toda la vara exterior derecha, que cuando salimos de Santa Nonia todos sentimos que estabas ahí, que aún recodábamos tu voz diciéndonos que no te la encontrabas de lo arrugada que la tenias por el frío, y menudo frío que hacia este año.
Siempre al finalizar esta Semana Mayor me quedaba el consuelo de decir el año que viene mas y mejor, pero ahora solo pienso en ¿qué ocurrirá el año que viene?, ¿qué podré hacer?.
1 comentario:
Harás todo lo que puedas. De eso no tengo dudas. Y será lo que tengas que hacer.
Publicar un comentario